jueves

Estructura

1
Carmen llega hecha añicos a los brazos de Carlos, fue violada camino a su casa, sabe quien fue y solo piensa en la venganza. Se siente sucia.

2
Carlos intenta consolar a Carmen, pero ella solo piensa en su venganza. Como no logra convencerlo de que la ayude le cuenta quien fue, Carlos, al darse cuenta que fue uno de sus amigos de infancia sale furioso a confrontarlo. En ese momento Carmen se asusta mucho y se bloquea, comienza a recordar momentos de su niñez con Carlos y con los del barrio.

3
Carlos se enfrenta al tipo que violó a Carmen, era uno de sus amigos de juego cuando niños y ahora es un gañan recorrido en el mundo de los asaltos. Carlos llega a reclamarle por lo que hizo y se encuentra con una gallada de malandros que defienden al violador, le dan una golpiza y lo dejan mal herido en mitad de la calle, en ese momento llega Carmen corriendo y evita que lo rematen.

4
Carlos pasa un largo rato en el hospital y en recuperación en su casa, Carmen lo acompaña todo este tiempo, juntos recuerdan su juventud juntos y los sueños que tenían. Planean la forma de vengarse de el mico(el violador).

5
De acuerdo al plan, Carmen debe contratar un sicario para que mate al mico, Carlos no la puede acompañar pues todavía está convaleciente. Ella hace los arreglos, no quiere que lo mate simplemente quiere que lo secuestre y lo lleve a una bodega, ahí ella lo matara con un cuchillo.

6
Siguiendo el plan, el matón lleva al mico a la bodega designada, ahí Carmen lo espera con el cuchillo en la mano. El matón le entrega el encargo, cobra el dinero y los deja solos por petición suya. Carmen comienza a acuchillar al violador, en las piernas, en los brazos, nada grave para tenerlo vivo, mientras lo acuchilla siente como su alma se va limpiando. En una de esta cuchilladas se corta la cuerda que le amarra las manos, el mico alcanza a soltarse y a herir a Carmen, el matón pagado por ella escucha los gritos de mujer y corre a ayudarla, de un tiro despacha a el mico, se asusta porque de pronto la policía llegue y sin importarle nada huye. Carmen mal herida se arrastra hasta la estación de tren, llama a Carlos que sigue convaleciente en la cama, le dice que todo salió mal, que se va a montar en el tren y que la espere en la estación de llegada, Carlos, asustado, sale de su casa casi arrastrándose, para cuando llega a la estación el tren va llegando, se abren las puertas y Carmen camina a tropezones, llega hasta los brazos de Carlos, se derrumban los dos, Carmen se desangra.

viernes

Quita manchas

Fabián: ¿Y???
Carmen: Como que ¿y? Le parece poquito.
Fabián: ¿Lo quiere matar?
Carmen: No. Quiero que usted lo mate.
F:…
Fabián bota el humo del cigarrillo lentamente. Se rasca la cabeza.
C: ¿Puede o no puede? Tengo toda la plata.
Carmen se azara, tiene miedo, rabia, ansias, se siente sucia. Sabe que todos ven su suciedad, necesita limpiarla.
F: La plata es lo de menos. Usted cree que es tan fácil o que, que uno mata como limpia o como tose? Con la vida no se juega.
C: A no. Me salio moralista. Que le pasa, acaso por qué está acá encerrado?- Reúne sus cosas, coge su bolso y se para.
F: Siéntese
C: Usted no me sirve….
F: No le he dicho que no…
C: Pero tampoco que si.
F: Siéntese. Hablemos.
Carmen se calma, sabe que es su única oportunidad de limpiar, de vengarse. Se calma, empieza de nuevo, suspira, está sudando, mira los guardas, los miran de lejos, creen que es un showcito marital.
C. Vea, no tengo tiempo ni ganas de seguir aquí en estas, dígame, ¿le va a hacer o no?
F. Si, si, si le hago- Fabián se decide, necesita la plata para salir de ahí- Ya está decidido. ¿Tiene ahí la plata?
C: Una parte, la otra se la doy después.
F: No. Toda ya…
Carmen lo mira desconfiada, se va a parar….
F: Siéntese. Está bien, está bien….la mitad.
C: Para cuando está hecho….
F: No se. Déme tiempo.
C. Tómese el tiempo…hágalo en dos semanas.
F. Listo
C: Otra cosa…-mira para los lados, se hace una moña en el cabello- Quiero fotos.
F: ¿fotos????
C:…
F: Usted esta enferma
C: ¿Y quien esta en la cárcel?
C: además no tengo porque darle explicaciones. Si no me tiene fotos no le pago.
Fabián la mira extrañado, igual no se va arrugar por unas fotos, se siente enfermo.
F: Bueno está bien….Algo mas?
C: Si dígale que es de parte de Carmen.

Carmen se para, se arregla el vestido, coge su bolso y sale caminado rápido. Deja atrás el gris, deja las rejas y los guardas, sale a la calle, el día está claro, el sol brilla en pleno cielo. No parece un día para mandar a matar. Camina rápido, afanada, siente que de nuevo la mancha la sigue, solo faltan dos semanas para librarse de ella. Llega a un parque se sienta en una banca, se recuesta, levanta la cara, cierra los ojos, el sol le llega al rostro, la hace brillar, le calienta el cuerpo, le pica en la frente. Ya está un poco mas limpia.

miércoles

Oculto

La mancha negra me persigue, se acerca peligrosamente, corro pero los pies me pesan, me arrastro, jadeo, no puedo respirar. La mancha me sube por las piernas, me tira al piso, recorre mi cuerpo, se convierte en una mata de pelos que sube por mis piernas, entre mi ombligo, por mi pecho, se enreda en mi garganta y entra en mi boca, me ahoga me asfixia, me posee. Despierto, estoy manchada en sudor, el sueño me persigue como la mancha negra, no me ha dejado en paz ni una semana. Me limpio el sudor, camino atontada hasta el baño, miro mi cara en el espejo, estoy demacrada, acabada, desgastada, meto mi cara en la pileta, en el agua, levanto mis ojos pero nada cambia, la misma expresión, pero mojada, ahora parezco un gato desnutrido y mojado, pateado, estrujado.

Me siento en el baño, no puedo mas, pienso en la mancha, en lo que siento, en como recorre mi cuerpo. Recorro mi cuerpo con la mancha, mis dedos siguen su camino, por mi pecho, mis dedos se mueven suave, me estremezco, la mancha me mantiene me contiene, mis dedos no tienen paz, entran en mi boca me asfixian, jadeo, los dedos vuelven y bajan la mancha entra en mi cuerpo, ahora por dentro, se mueve, me destroza, se expande, me excita, mis dedos bajan, juegan, estallan, las ganas explotan, la mancha desaparece, los dedos descansan, me dejo caer en el piso.

viernes

Sinopsis

Carmen es una joven aventurera y soñadora, vive en un mundo perfecto entre ilusiones y arco iris. Un día es violada, esto destroza totalmente su vida y su forma de ver la realidad, ella sabe quien la violó y busca la ayuda de su amigo Carlos para vengarse.

Inicio

Terriblemente desolada, con las ganas por el piso, con la sensación inmunda de tener tierra en el corazón, barro en los dientes, basura en el estomago, con la cabeza tan baja que recoge el asqueroso olor del piso, de la mierda de perro, del costal del gamín. Con los ojos tan caídos que desaparecen entre pliegues de piel asquerosa y se pegan de lagrimas y angustia. Con los pies tan cansados que se arrastran por el miserable pavimento, con las piernas tan destrozadas que dejan su mancha de sangre, en un camino de angustias que destrozan el corazón, lo desmenuzan y sale por las piernas, suda hasta sus tobillos y salpica en el asfalto. Con el alma destrozada, las ilusiones rasgadas, la cabeza partida, las rodillas sin fuerza, y las ganas de matar más grandes del mundo, Carmen llegó a mis brazos vuelta hilachas de mujer.

martes

Etapa Roja

-Carlos, Carmen no ha llegado.
-¿Que hora es?
-Son las 10.
-Doña maría, usted sabe que Carmen nunca anda pendiente de nada, debe andar por ahí distraída.
-No Carlos, ya está muy raro, hoy llovió, usted sabe que ella no le gusta salir cuando llueve.
-Mmmm. ¿No dijo para donde iba?
-No, yo creo que ni ella sabía.
-Ya voy para allá. Cálmese doña María.

Carlos se pone un jean, los tenis, la camiseta, coge la chaqueta y sale. Tampoco le gusta salir después de que ha llovido, la ciudad se pone pesada, los olores se aplastan, dejan de flotar y juguetear en el aire, y se aplastan contra su origen. Huele a perro con chanda, a perro mojado, a vago con chucha, a costal revolcado, a polvo apagado, a grito ahogado en callejones oscuros, a desgracia reprimida, son las lágrimas de la ciudad. Se hecha la bendición por si las moscas y corre hasta la casa de Carmen.

Carmen camina afanada, tiene miedo, está húmeda, la ciudad está roja, los semáforos se enloquecen, el asfalto se la traga, las ambulancias corren, y esparcen la luz en ondas de angustia, los carros pasan veloces y levantan chispas de la lluvia que ya se acaba. No hay una sola persona. Camina por la avenida, tiembla, su mundo de fantasía se acaba justo cuando cae el sol, cuando de un momento a otro la ciudad pasa de un hermoso amarillo anaranjado al violento rojo que destruye toda la paz. Se le pasó el tiempo leyendo los franceses en la biblioteca. Estaba encantada con las desgracias ajenas y el amor triunfando en una parís destruida, cuando el encargado le dijo que ya iban a cerrar.

La pobre carmen no tuvo mas remedio, recogió sus cosas en el casillero, pasó la puerta y sintió la angustia mas terrible, sintió que todo el asfalto se levantaba y la atacaba, sintió los huecos en su estomago, tubo ganas de llorar y de correr, pero no hizo ninguna, el miedo no la dejó. Quedó atrapada en la etapa roja de la ciudad.


La pobre Carmen no tiene mas remedio que recoger sus cosas y salir a enfrentarse contra la dura ciudad roja. Apenas pasa la puerta con timidez y la ciudad se le viene encima, la ataca con el asfalto, la tensa atmosfera roja, los indecisos pasos a lo lejos. Tiene ganas de llorar de salir corriendo, pero el miedo no la deja, la une por gravedad al pavimento y la obliga a caminar lento por los callejones. Carmen queda atrapada en la roja ciudad.


La pobre Carmen nunca se imaginaría lo que le tocaría vivir. Jamás pensaría que justo ese día, después de pasar una tarde paseando por la romántica parís, le tocaría enfrentarse con lo mas duro de su ciudad. Nunca pasaría por su mente tener que coger sus cosas y salir afanada, salir a la ciudad mas roja que nunca, que la ciudad la ataría, que el asfalto se levantaría en su contra, que la estrujaría y la dejaría tirada, tiritando de frio, y con sangre entre las piernas. Jamás pensaría en quedar atrapada en la ciudad roja.

Sinopsis

Carmen ama la vida, vive entre sueños, pensando en el mundo perfecto, los días bonitos y el amor perpetuo. Una noche, mientras camina sola por las calles de su ciudad es violada. A partir de ahí su vida cambia radicalmente, y sin dejar de ver la vida de una forma soñadora busca vengarse del que le daño su mundo perfecto.

Colina

-Me llamo James.
-Hola James. Me llamo Fatima Blash.
-Esquías bien.
-Se hacer muchas cosas muy bien.


Y entonces ella lo invita bucear a los arrecifes. Él le dijo que si, pero lo que no sabe es que ella realmente lo quiere matar. ¿Sabe como lo mata Manuel? ¿Sabe que le manda? Ti-bu-ro-nes. Eso es posible, vea, ella le pone un radar que hace un pitico en el tanque ese donde está el aire, entonces el tiburón lo escucha y lo sigue para atacarlo, debe molestarle. Pero él se salva, yo creo que mas por lindo que por nadador.


-¿Lindo? ¿Y que actor es?
-Sean Connery.
-Ese señor está muy viejo.
-Pues en esa época no estaba viejo.
-De todas formas me parece aburrida esa película.
-Es que usted no sabe de cine. A mi Ramiro me ha enseñado mucho.
-Ayyy, vuelve el cuento del tal Ramiro. No te das cuenta que te está metiendo los dedos a la boca.
-Jajaja.
-¿Que? ¿Que?
-Jajajaa. A la boca. Jajaja.
-Que asco Carmen.

Toda la ciudad era un parque grandote, grandotote. Eran arboles por todas partes, gigantes, arboles viejos, cafés, con hojas de otoño que nunca se caían. Eran arboles que cambiaban de color, a falta de estaciones, (porque en mi país solo hay invierno con un poquito de verano, la mitad del año, y la otra mitad a lo inverso) pero los arboles a falta de estaciones para cambiar de color cambiaban durante el día. Vea, uno se levantaba, lo primero que oía eran las hojas que se mecían suave, el agua del rocío que caía mientras ellos se desperezaban. Uno se asomaba por la ventana y veía esas grandes ramas moviéndose lentamente y dejando caer las gotas de agua, eran verdes, muy verdes, se sentía fresco, y se veía verde, como debe ser. Salir a la calle era delicioso, salir en pantaloneta a la tienda de la esquina, caminaba entre los andenes y veía cómo el verde se apoderaba del gris del asfalto, cómo la gente salía alegre de su casa, radiante, también ellos desperezándose, también con rocío en las ramas. Se sentía el aire más fresco del mundo, el aire más liviano, puro y verde del mundo.


A eso de las 3 de la tarde comenzaba el cambio. El sol del mediodía se corría para las montañas y desde allá nos dejaba caer los rayos de esa forma en que solo el verraco sabe. Entonces el viento se animaba y no bajaba ya en brisa tímida, sino que las ráfagas alborotaban las ramas y las hojas que caían, nos alborotaban a todos, nos despeinaban, les alzaban las faldas a las niñas, alborotaban la veleta, azotaban puertas y azotaban cortinas. El sol entonces se volvía muy amarillo, amarillo ocre, amarillo nostalgia, amarillo que volvía las atmosfera de colores tierra, amarillo, café, terracota, los rayos de luz refractados se sumaban y creaban una atmosfera tibia, tierna, alegre. La ciudad se volvía entonces un parque entero donde los niños jugaban, corrían y elevaban cometas. Nosotros caminábamos, íbamos de aquí para allá, al teatrino, a la tertulia, veíamos cuenteros, teatreros, malabares, caminábamos y nos acostábamos en la colina a hablar, de sus cosas, de sus papas, de sus novios, de mi familia, de mi casa, de mis viajes, de ella, de mi, pero eso si, nunca, nunca de nosotros.


-Dime tres lugares que más te gusten de la ciudad.
-El teatrino.
-¿Por qué?
-Por los mimos y los cuenteros, por los ladrillos que lo rodean, por las bancas de cemento, por los edificios, por la luz que entra y se refleja en el cemento.
-Aja.
-El parque viejo. Por viejo y porque es circular, y por las casas viejas que lo rodean y las mariposas que dan vueltas por las casas, por la tardecita, por verse tan amarillo todo.
-Aja.
-Esta colina. Por ser tan inclinada, por los niños que se ruedan en cartones, las ventas ambulantes, y las parejas que se acuestan en el pasto, es romántico.
-uuummmm.
-Ya te he dicho que nosotros no, que nosotros somos los únicos que siempre sobramos aquí, como una mancha de acuarela en un cuadro de Van Gogh, o dos siluetas bien definidas en una obra de Pollock.
-Mas bien como moscas en leche o perros en misa.


La ciudad se recogía mientras lo amarillo cedía, los niños se entraban, las luces se encendían, los arboles se volvían azules y la ciudad, ya sin luz y sin brisa, se teñía de rojo.

Diálogo

-Amárrame y muérdeme, llévate contigo mis heridas… Murmúrame y ládrame, grita hasta que ya no escuche nada. Sólo ve cómo me quedo aquí esperando a que no estés, en la espera de que vuelvas y tal vez vuelvas por mí…

- Dejá de cantar Carmen, no jodas, en la que andamos y vos con esa joda.
- Entonces que quiere que haga. Además es linda.
- Linda, linda, claro linda………..Pendeja.
- Aaay no, no vas a empezar otra vez con ese cuento, que mamera.
- Claro como a la niña no le puede pasar nada, y todo me toca a mí.
- ¿A vos? ¿a vos??? Guevon, te parece poquito lo que me pedís. ¿Te parece que estoy feliz de que un día esté en mi cama escuchando música, y al otro en esta mierda? Pendejo vos, gran guevon.
- …..
- ….
- ….
- Lo siento, me altere.
- Si, ya no sos tan princesita.
- Mmmm. Eso era lo que querías. ¿No?
- Pero no así.
- Ahh!! Que bonito
- Bueno ya, vámonos…
- No. espérate
- ¿Y ahora?
- ¿No te gusta?
- ¿Que cosa?
- ¿Que ves?
- El parque, la iglesia, la loma, la ciudad, muchas cosas.
- El cielo. Mire pa arriba.
- ¿Que hay?
- El cielo, naranja, nubes rojitas, los rayitos esos que llegan hasta acá, no siente una luz pesada, como una neblinita que inunda todo, todo esta naranja, los pelaitos jugando, esa pareja de allá, todos metidos en un paisaje, como si fueran parte de aquí, que nunca se pudieran separan, como si tuvieran que estar donde están, todo en su sitio, menos nosotros.
- Si, está linda la tarde.
- Uunnnnmmmm. Vos por que sos tan , tan , tan…
- ¿Tan qué? ¿Tan realista? Mamita si fuera por usted ya estaríamos muertos los dos. Usted deje de pensar en pendejadas, que por eso es que le hacen lo que le hacen.
- Aaaaay, no vas a empezar otra vez, que yo no me arrepiento de lo que he vivido.
- Si, claro se me olvida, a usted la engañan porque quiere, a usted la meten en líos porque quiere, a usted la dejan vuelta nada por que quiere. ¿Cierto? ¿Cierto que así es Carmen? Míreme, dígame que si.
- No Joda. Déjeme en paz, ya estoy mamada de usted, siempre presionándome, jodiendome, que no entiende que… que ...que…
- Carmen, ya, cálmese, no llore, venga.
- ….
- Lo siento mi niña, no se ponga así cálmese, abráseme, ya todo va a pasar, ya todo va a acabar, cálmese y camine que ese tipo nos debe estar esperando.
- Carlos, prométame algo.
- ¿Que?
- Que usted nunca me va a dejar sola. Júreme que me va a estar esperando, y que me va a abrazar otra vez.
- Se lo juro Carmencita. Míreme.
- …..
- ….
- ….
- MMM, ummmnn. Es la segunda vez que nos besamos esta semana.
- Que no se le vuelva costumbre.
- Murmúrame y ládrame.

jueves

Carmen



Mi pobre Carmen

La historia de carmen yo me la se de pe a pa, desde que me armó tremendo berrinche porque le quité la bicicleta, hasta ese día en que la encontré en ese tren todavía con las manos llenas de sangre. Estoy agotada, me dijo, y yo la abracé y lloré. Ya sos toda una verraca, le dije, y ella me contestó como reprochándome. Si, verraca, pero amargada.

Crecimos casi juntos en el mismo barrio, con los mismos amigos y las mismas mañas, solo que ella era muy delicada.

Dejá de ser tan princesita le decía, uno nunca consigue nada así. Ella andaba como una porcelanita jugando por el barrio, montábamos bicicleta, jugábamos escondite, avioncito y lleva en el parque, eso a ella no le gustaba, decía que eso de que todo mundo le corriera como si estuviera loca le daba miedo, que tal y nunca se acaba el juego. Siempre fue muy ingenua, a los 15 se consiguió un novio pendejo, que la enredo, la montó en el carro, le leyó poemas, le explicó que había un lugar que se llamaba París y que los que se creían escritores vivían allá, le contó de Nóbel y de jazz, de surrealismo y de ana y Jaime. El tipo era un cañador de primera, yo como siempre, de gueva, al lado de ella diciéndole que ese tipo es puro bla bla bla, picadito ahí de literato, bohemio y rebelde, de tira piedras, pero mentiras ese man que va a hacer algo, ese es un cagao.

Pero ella tan inocente y crédula, eso le comía cuento a todo, y sino, hacía como si si, como si les creyera, de pura decencia, era una gueva. De puro dejarse charlar pasó por todo, probó mariguana, se volvió hippie, posmoderna, se volvió revolucionara, hablaba de compañero y camarada. Después pasó a la honda alterna, rock en las fiestas, reggae en las tardes en el parque, y baladas románticas en la noche, nunca las pudo dejar, ella era una romántica incontenible, creía en el amor, puro y noble, que podía vencer cualquier obstáculo, y a pesar de que 20 manes le hicieron la misma, no deja de pensar en encontrar el tipo ideal.

Es linda mi carmen, alta-media, delgada, huesudita, cabello largo castaño, dientes descuadrados, sonrisa hermosa. Ella sonríe y le alegra la vida a uno, lo deja a uno como anestesiado, como si nada mas importara, como un cacho, pero sin elefantes ni crudas. Piel blanca trigo, ojos marrones, nariz respingada, y buenas piernas, con nalgas incluidas. El pecho si se lo sacó al papá.

Era de esas viejas que caminaban y olía como fresco, se echaba yo no se cuantos perfumes que olían a frutas; a fresa, a limón, a naranja, pasaba y dejaba el olor por toda la calle. Mis amigos la veían pasar y decían oiga esa pelada Carmen si que es linda, y huele, mmm, pasa y deja olorcito a fresco, como a vacaciones, como a bosquecito con playita.

Ella caminaba fresca, sin importarle nada, sin importarle menear lo que tenia, pensando en quien sabe que nuevo ensueño, pensando en un nuevo mundo o un príncipe azul. Siempre atada a este mundo por libritos que llevaba en la maleta, libros de peso que le mostraban lo cruel de la vida, libros que la deprimían como ese del ruso que mató a una vieja apunta de hacha, o el de el francesito que estaba mareado.

Le digo era porque después de lo del tren ella cambio mucho, no porque esté muerta.

domingo

Holyday


Gustos a la carrera

Sucede que un día me levanto con ganas de no hacer nada. Me siento en la cama con pereza, con un poquito de rabia refundida y perezosa, miro por la ventana y nada me alienta para hacer algo provechoso, pienso en las deudas, los deberes y mi novia, me duele la cabeza. Salgo de mi casa con afán, en definitiva este día no es para hacer algo productivo, pero debo llegar a un lugar para no parecer un loco, entonces me siento en una banca, me descargo y siento que el día empieza a aclarar, saco mi libreta y un lapicero, me decido a definir que hacer con mi vida, entonces dibujo dos columnas, una dice lo que me gusta y otra lo que no. Entre las cosas que no me gustan pongo esa sensación demente de querer ser alguien importante en esta vida, también las ganas de hacer plata y las de matar, las de morirme y las de casarme, pongo los zapatos amarillos, la misa, el desayuno afanado, los trancones, los jefes y esta clase de listas. En definitiva agrego las discotecas, los burdeles, los casinos, los salones, los velorios, la casa de lo suegros, las cristalerías, los paraderos y los baños públicos.

Descanso, miro la lista y creo que uno se pierde de mucho en esta vida, pero ni modo, toca definir algo. Comienzo entonces con el otro lado, con lo que me gusta. Hace tres días soñé con asteroides y juegos artificiales, eso me gusta, también soñé con el Everest y con ir a Pance, eso me gusta. El viento que me llega desde el oeste, me gusta, el color verde del parque, la madera vieja de la banca, los grillos mojados, por ser verdes, los tennis que traigo, el olor de la crema para peinar, los días en que no hay nada mas que hacer, los 18 horas que me pase viendo televisión por el miedo de dormir y despertar muerto, la dormida después de esas 18 horas. Leer, eso también, leer en un café pero sin tomar café ni fumar cigarrillo, ni siquiera leyendo, solo con el libro en la mano, abierto en la última pagina, viendo como todo mundo tiene su mundo y pertenecen al mismo mundo y uno no es nadie en ninguno de esos. Escribir, si, también, pero no listas, ni deberes, solo la rabia esa refundida que de vez en cuando quiere salir, ahora quiere salir, mejor camino un poco.

Esta ciudad aun esta perezosa, las panaderías abren, eso me gusta, el olor de los buñuelos calientes, las bicicletas que reparten la remesa, el cilantro, por verde. La señora del chance, por la esperanza de las señoras que le compran, las mañanas, eso me gusta. No importa a donde mire, siempre va a ver algo que me guste. La rabia sigue aumentando, se me quiere salir y yo no la quiero dejar, me quiere alcanzar y yo no me quiero dejar, camino, veo la droguería que se abre, me gusta el olor de los hospitales, la medicina, las zapaterías, las peluquerías, los charcos, la lluvia en el bosque, los bosques , los árboles, pero los viejos, los que parecen de película de terror, que no tienen casi hojas y que chasquean cuando ventea, así no tengan verde. Leer, Capote, Dostoievski., Boudelaire, Sartre. La nausea, me gusta ese libro de él, es algo así como la rabia que me esta subiendo, que me amarra, que me lleva. Me toca correr, eso me gusta, pa la lista, correr, corro hasta estar a salvo, sin camino, solo hacia el sur, muy al sur, siempre hacia el sur. Siempre me pasa, corro, gastando las piernas para sacarme la rabia y no herir a nadie, mentir, eso también me gusta, corro para cansarme y no pensar mas, para poder ser buena gente, para poder vivir sin andar creyéndome gótico, alterno, punketo o metalero, eso no me gusta. Correr para poder llegar, no se a donde, pero rapidito, llegar antes que todos, eso me gusta. Corro y termino en mi casa de nuevo, tirado en el piso sin aliento, con las piernas molidas y la rabia refundida, sudando pegado en el piso, eso me gusta, dormir en el piso. Termino con los pulmones a estallar y la garganta seca, la rabia se fue, llega la música,…Riders on the storm, mmm, The Doors, eso me gusta.

En definitiva, hoy no hay nada para hacer… eso también me gusta.

Lista

1- “Walking Around” de Neruda.
2- Los días en que no hay nada más por hacer.
3- El viento por las tardes.
4- Correr.
5- Las ciudades destruidas y los pueblos abandonados.
6- El Color Verde.
7- Los tenis.
8- La noche helada.
9- Los días en el páramo.
10- Mi Mundo.
11- Los besos largos que no terminan en sexo.
12- El sexo.
13- Los árboles viejos.
14- El olor de la pólvora.
15- The Doors.
16- Leer.